13.5.05

Mirando al mar

Cada vez que me presento ante el "gran azul" (así lo llamaban en una película de peces que me gusta mucho) los recuerdos que revolotean por mi cabeza me alegran el momento. El otro día, como ya os conté, me he bañado por fin en esa inmensidad de tonalidades de azules y verdes, he pisado la palaya donde pasé mi niñez junto con una de las personas que más quiero en este mundo, mi hermana, que cuidaba de mí. Me he acordado de los días enteros que pasaba con Chus, Marta, Elsa, Deborah... de las tardes en las que a penas salíamos del agua, de los bocadillos de chorizo que nos marcábamos a la hora de merendar (esos bocadillos que con el calor empapaban el pan de jugo de chorizo), de las caidas en las rocas, de las aventuras que corrimos andando de aquí para allá... Me he acordado luego de que no estoy al cien por cien, de que tengo problemas, como cualquier ser humano. Me acordé también de la charla que tuve hace algo más de una semana con la persona a la que amo, de que tenemos que arreglar las cosas, de que así no se puede seguir. Las relaciones son como los barcos, el desgaste del agua puede provocar grietas en el casco, roto el casco poca cosa se puede hacer. Mirando al mar me acordé de que no estamos atravesando nuestro mejor momento, de que más que una pareja parecemos un par de colegas de cualquier pandilla. Mirando al mar me he acordado de la cantidad de barcos que se han hundido, de la cantidad de gente que ha muerto en él y por eso, más que miedo, le tengo respeto al "gran azul".

1 Comments:

Anonymous Anónimo comentó...

Culpamos sólo al mar de las catástrofes que provoca, pero el viento también colabora, y en qué medida, levantando las ola. ¿Quién es el responsable pues? Siempre difícil determinar la culpabilidad, si es que la hay, ya que ambos son entes autónomos que causan lo que causan por su propia naturaleza ;)

Sili[k]

12:02 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home