28.1.05

Cuidado con lo que deseas

Ayer salí de trabajar. Era un día normal, como cualquier otro. Cogí el autobus para subir a casa y bajé en una parada en la que había una tienda de mascotas y plantas. Compré unas barritas de cereales, ya que estaban de rebajas, para Fury. Mi novia venía conmigo así que paramos a tomar el cafecito antes de subir al piso. Charlamos, tomamos el cafecito tranquilas y luego subimos al piso. Entramos directamente a la cocina, allí estaban mis dos compañeras de piso La Ferrolana y La Vitiana. Les dije con mucha ilusión, mostrando las barritas de cereales para hámster "Mira que le he comprado a Fury". Entonces se lo fui a dar. La Ferrolana dijo como muchas otras veces había dicho (y de broma) "Ojalá se muera esa rata, mátala"... ¿Cuál fué mi sorpresa? Al llegar al salón vi el cuerpo colgando de la puerta de la jaula de un ser ahora inerte, ese ser que hasta horas antes era mi hámstercito eufórico y mordiscón. Me quedé petrificada y lo primero que hice fué llamar a La Ferrolana, nada más asomarse a la puerta dijo "¿No estará muerta no?". Nos quedamos blancas ante tal situación. Esa mañana La Ferrolana había sacado a Fury de la jaula para jugar con ella, la dejó por el pasillo y la metió en la jaula. El error fué no poner algo encima de la puerta para evitar que pasara lo que meses antes pasó y que está narrado en este blog, pero a cualquiera se le hubiese pasado. ¿Quién podía pensar que aquel hámster, ahora algo más grande y gordo que cuando se fugó, intentaría de nuevo escabullirse por el engache de la puerta? Impensable para nosotras, ¿en qué estabas pensando Fury?
Fury, siempre estarás en nuestro recuerdo. Espero que hayas pasado a una mejor vida. Descansa En PaZ