18.3.05

Zoociedad

Gorrión se instaló el martes en su árbol nuevo, junto con Pardal y Gaviota, Albatros se instaló también pero provisionalmente. Las ramas, unas más grandes que otras, se echaron a suerte y, cosas que pasan, Gaviota se quedó con la grande y Gorrión con la pequeña. El miercoles amaneció tranquilo, Gorriona se pasó a despertar a su "tórtola" el Gorrión, que dormía plácidamente en su nido. El arbol estaba plagado de vida, Albatros, Pardal y Gaviota paseaban de rama en rama para acicalarse y salir al bosque. A la hora del desayuno éran cinco comensales y eso agradaba mucho a Gorrión, que en su antiguo árbol partía solo por la mañana sin ver vida pululando por el árbol. Cuando todos los pájaros volvieron por la tarde-noche a su refugio Gorrión se sintió cómodo, una vida zoocial en un árbol cómodo y robusto, con buenas vistas. Al día siguiente lo mismo, vida zoocial a la hora de desayunar y cenar. A la hora de comer, ya que Gorrión no podía acercarse a comer, Pardal acercó la comida al lugar donde estaba su amigo el Gorrión. Por primera vez en muchos meses se sentía bien en un bosque ajeno, se respiraba un ambiente "familiar" a pesar de que su familia estaba lejos, en otro frondoso bosque.