La noche

Tras mirar una película el sueño se abalanzó sobre mí. Los párpados me pesaban y ya a penas abría los ojos. A la escasa conversación que se puede tener mirando una película, contestaba con monosílabos o gruñidos. A pocos centímetros de mí la persona, esa que es objeto de mi deseo. Ahora una lucha se llevaría a cabo en mi interior: Sueño Vs Deseo.
La guerra que se avecinaba se libraría en un par de batallas, la primera la ganaría el Deseo, después el Sueño. Mi novia se me acercó, luego se alejó, luego me acerqué yo, me alegé... así hasta que llegamos a la conclusión de que estabamos haciendo el tonto y pase directamente a poner en práctica lo que el Deseo me decá que hicera.
El deseo dio paso a la pasión desenfrenada, para luego en un cumulo de sensaciones dejar que el Sueño hiciese su trabajo dando descanso a unos cuerpos consumidos por el fruto del pecado.